Autor : Charles Bukowski
Nº de páginas: 199
Editorial : Anagrama (colección compactos
Valoración: 10
"Saber mantener el equilibrio justo entre soledad y gente, esa es la táctica, para no acabar en el manicomio"
Uno no debe caer en prejuicios, menos si se trata de Bukowski. No vayan a pensar que por el título este relato sólo habla de sexo o algo parecido, sí, es parte de este, pero más que eso, este es uno de aquellos libros donde el autor cuenta experiencias vividas, pensamientos, reflexiones, incertidumbres, delirios mentales, todo eso con el lenguaje sucio y directo que caracteriza al autor, con además cierta sutileza y sabiduría, con palabras que te acercan a él y a veces pareciera que él te hablara a tí; con distintos tipos de narradores, con personajes, con testigos, con todo aquello que diferencia a este escritor de otros.Para ser mas específica, Charles nos cuenta sobre orgías, fantasías alcohólicas, el día a día en medio de un basural, del fracaso y días enteros de borrachera con vinos baratos. Pero no solo eso, en estos relatos también se puede encontrar crítica a la sociedad de la época en que vivía el escritor, que casualmente no es muy distinta de la sociedad de hoy en día, hablamos de trabajos tortuosos para poder vivir, hablamos de desorden en nuestras vidas y me incluyo, no porque tenga que trabajar, no porque sea un fracaso (no aún), sino porque todos somos espectadores, público en esta sociedad, aunque lo que suceda no nos afecte directamente, no estamos por completo excluidos. Sé que si sigo escribiendo caeré en repeticiones y seguiré tirandole flores a este viejo cochino, a la leyenda viviente, al escritor maldito. Seguiré diciendo que tiene un humor único, que escribo como nadie, que escribe con una máquina de escribir en un escritorio sucio, hecho un desastre con una botella de vino, quizás dos y hasta tres y además una cajetilla de cigarros a medio fumar. Aún así, me veo en la obligación de seguir escribiendo y agregar que este es un libro rápido de leer (aunque esto depende de cada lector), pero no así aburrido, la invitación está hecha.
"Ahora me siento de nuevo luchando. Ya has oído hablar de esa gente que se pudre en la playa. Pues bien, eso es lo que he estado haciendo yo hasta ahora: pudriéndome."
Nota: Este libro no se encuentra en la lista publicada anteriormente, de hecho lo encontré por accidente en una aventura en la biblioteca de Santiago, no sabía de su existencia y fue un bonito accidente.
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