Titulo del libro: Inri
Autor : Raúl Zurita
Editorial : Fondo de cultura económica
Nº de páginas: 147
valoración : 8
"Cientos de cuerpos fueron arrojados sobre las montañas, lagos y mar de Chile. Un sueño quizás soñó que habían unas flores, que habían unas rompientes, un océano subiéndolos salvos desde sus tumbas en los paisajes. No.
Están muertos, Fueron ya dichas sus inexistentes flores. Fue ya dicha la inexistente mañana."
La cita anterior corresponde al epilogo de "Inri", libro de poesía de Zurita. En este se la habla a Chile, a la tierra, el cielo y el mar. En este nos cuenta por medio de la naturaleza el dolor, el dolor de lo que ocurrió en nuestro país hace ya cuarenta y un años, pero no nos expone lo ya sucedido como lo hacen los documentos, sino que va más allá, este nos cuenta del dolor que siente por la gente que en este largo tiempo desapareció y murió, llevándonos más allá aún, llevándonos a reflexionar sobre la propia naturaleza,describiendo imágenes, sucesos.
Curiosamente ha ocurrido que todos los libros que he leído y aquí publicado tienen un lenguaje simple y cercano, este no es la excepción, me refiero que es un lenguaje que podemos entender, sin necesidad de tener un diccionario en mano para entender lo que dice, aunque debemos de leer con atención para entender lo que aquí se nos quiere decir.
La naturaleza es el medio, el principio y el fin, el cielo la tierra y el mar. Tan cercanos como lejanos, tan vivos como nosotros y muertos como aquellos. No valoré este libro con un diez o más porque no soy muy fanática de la poesía, pero de lo que he leído del genero, este lo destaco, y lo volvería a leer si buscara un poco de calma o buscar reflexionar. La verdad es que me cuesta hacer una crítica de este libro, aún sigo reflexionando sobre este, aún me encuentro en ese abismo luego del término de una lectura tan potente y profunda, aunque quizás a simple vista no se logre divisar. Más allá de eso, no tengo más que decir.
"Oí en un cielo y un mar alucinantes, oí soles
estallado de amor cayendo como frutos, oí
torbellinos de peces devorando las carnes rosas de
sorprendentes carnadas.
Oí millones de peces que son tumbas con pedazos
de cielo adentro, con cientos de palabras que no
alcanzaron a decirse, con cientos de flores de
carne roja y pedazos de cielo en los ojos. Oí
cientos de amores que quedaron fijos en un día
soleado. Llovieron carnadas desde el cielo.
Viviana llora. Viviana oyó torbellinos de peces
elevarse por el aire disputándose los bocados de
una despedida trunca, de un rezo no oído, de un
amor no dicho,
Viviana está en la plaza. Viviana es hoy Chile
El pez largo de Chile que se eleva por los aires
devorando las carnadas de sol de sus difuntos."
estallado de amor cayendo como frutos, oí
torbellinos de peces devorando las carnes rosas de
sorprendentes carnadas.
Oí millones de peces que son tumbas con pedazos
de cielo adentro, con cientos de palabras que no
alcanzaron a decirse, con cientos de flores de
carne roja y pedazos de cielo en los ojos. Oí
cientos de amores que quedaron fijos en un día
soleado. Llovieron carnadas desde el cielo.
Viviana llora. Viviana oyó torbellinos de peces
elevarse por el aire disputándose los bocados de
una despedida trunca, de un rezo no oído, de un
amor no dicho,
Viviana está en la plaza. Viviana es hoy Chile
El pez largo de Chile que se eleva por los aires
devorando las carnadas de sol de sus difuntos."
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